Las veinticuatro vueltas de cuervo que llevo dadas en torno al sol.

Siete de septiembre de dos mil trece. 

 Los años se hicieron viento y los tiempos se hicieron carne
de cara a la primavera las plumas negras piensan el viaje.
 La mirada de los amigos devuelve el alma, pone lo bueno a
rodar de nuevo y se infla el pecho por el coraje.

 Por las piruetas me pierdo y las baila el amo de mis ropajes, 
decidiendo como al principio si una aventura es aun realizable.
¡Muerta la sangre de los que dañan, puesta la vida de los que valen!.
¡Viva la dicha y que me señalen!, ¡hoy pensaría hasta descansarte!.

 Pero dijeron que por benignos, los pensamientos se mueren de hambre.
Se van quemando junto a la hoguera de los deseos que se olvidaron. 
Nacen en cielos de cien colores los días lindos que conquistaste cuando
del día quedaba el suelo porque la noche sabía al aire. Con su vacío. Con los latidos.
Con los dolores de aquel sosiego donde es sabido no había nadie.

 Hoy das la vuelta como al principio, pero las alas entumecidas rompen sus fibras,
hasta que es cierto, llega de nuevo, el dolor arde. 
Crecer con ganas de que sea leve, sentir con ganas de que no pase.
 Cuando nos pasa se nos apura, y el dolor cruento se nos deshace.

 Vivir es siempre nuestro momento, porque el recuerdo no nos da el pase. 
Nos emociona por lo perdido y nos alumbra muy tenuemente, con ágil treta de señorío, las fantasías esperanzadas de lo que viene y está distante.

¿Repetiremos si está aprendido?. 
¿Abarcaremos si no hay lugar?.

¡Viremos siempre, que es nuestro vuelo, cuando nos dicte el alma virar!
!Y si nos miran como extrañados bajemos luego, y a descansar, pues son la 
fuerza que agita el viento las alas buenas de quien queremos, con sus remedios, con las heridas!, ¡la vida entera de los demás!.

Luca.

PD:  los quiero familia y amigos, un año más en la vida que tantas cosas regaló a cada uno de mis sentidos!!!!!!  Viva Perón carajo!.